El pasado día 17 de marzo el Consejo de Ministros aprobó un conjunto de medidas, por importe de 200.000 millones de euros, que se presentan como un “escudo económico y social”, ante la situación creada por la extensión del coronavirus. El Secretariado Político del Comité Central del PCPE, después de un análisis pormenorizado de las medidas propuestas, hace la siguiente DECLARACIÓN:
La mayor parte de esos 200.000 millones está destinada a las empresas.
El gobierno de coalición socialdemócrata del PSOE y UP, activa unos cuantiosos recursos extraordinarios que están destinados en su mayor parte a favor de las empresas, y usa un pequeño porcentaje de los 200.000 millones de € para dar cierta protección coyuntural a la economía del pueblo trabajador mientras dure el Estado de Alarma. Una vez más queda demostrado que la prioridad de este Gobierno es la de salvar a las grandes empresas, y no a las personas que están sufriendo directamente esta situación extraordinaria.
Solamente se destinan 300 millones para Servicios Sociales.
Se activan 300 millones de € para la Vicepresidencia de Servicios Sociales, que se destinan a hacer frente a las consecuencias más sociales que se deriven de la emergencia del Covid-19. Pero se dedican 100.000 millones a constituir un aval que permita a la banca gestionar créditos a favor de las empresas por ese importe. Este importe se podrá ampliar en 87.000 millones más, aportados por la propia banca. La banca siempre gana, y hará un negocio seguro como cuenta del Covid-19 y el sufrimiento del pueblo. Esa es una de las grandes lecciones de inmoralidad que se puede sacar de la gestión de esta crisis.
Las medidas de apoyo sociales duran solamente un mes.
El conjunto de medidas que se establecen a favor de los trabajadores/as por cuenta ajena y autónomos/as significan una ayuda y se debe facilitar su aplicación real a todas las personas afectadas por el cierre o reducción de la actividad económica. Pero su vigencia termina al final del mes en el que deje de aplicarse el Estado de Alarma, ¡y después? ¿Qué será de los millones de trabajadoras/es en paro, y de los cientos de miles de autónomos/as proletarizados de golpe? Tras la crisis sanitaria, nos espera un periodo de emergencia social para la clase trabajadora, que es necesario abordar con un amplio programa de lucha por la defensa de los derechos sociales y laborales. Prestación de desempleo indefinida para todas las personas que queden en paro tras el Estado de Alarma. Pagarle su prestación a 1.000.000 de trabajadores al mes le cuesta al Estado 1.000 millones (12.000 al año) y eso parece una cosa imposible; sin embargo, a las empresas van se les van a entregar más de 150.000 millones y es lo normal. Se hace imprescindible cambiar la lógica imperante: Primero las personas, la clase obrera, después las empresas.
Sacando provecho de las necesidades del pueblo.
Es un decir cubano que “lo que sucede conviene”, y se usa para expresar que los hechos no son casuales y que siempre responden a intereses concretos que los mueven, y eso parece adecuado para aplicarlo en relación al desarrollo-imposición del teletrabajo por parte de las empresas. Mientras la gente se muere, la prioridad del Gobierno es desarrollar el teletrabajo, para que las empresas puedan avanzar de golpe lo que tenían prevista aplicar en el próximo lustro. En esta lógica de exigir el cambio de la prioridad de las cosas, no podemos más que descalificar, por falsa, la permanente afirmación de los portavoces del gobierno cuando dicen que su absoluta prioridad son las personas, y que “nadie se quedará abandonado”. Las cifras del Decreto así lo demuestran. La socialdemocracia se conforma con gestionar las migajas y, al compararlas con la gestión que PSOE y PP realizaron de la crisis del 2008, pretenden sacar pecho diciendo que ellos sí miran para el pueblo.
El Gobierno no corrige su falta de previsión ante el coronavirus.
Pasados ya unos días de la aplicación del Estado de Alarma, el PCPE no solo quiere denunciar que ya es evidente que el Gobierno, fue incapaz de abordar la emergencia sanitaria con la urgencia y aplicación de medidas preventivas necesarias, previendo todos los recursos que fueran necesarios para el acopio de equipos de protección y las medicinas necesarias para enfrentar esta crisis. ¡No hay guantes, ni mascarillas, ni mucho menos EPIs integrales! Se sigue sin abordar la emergencia con las medidas de urgencia que necesita el pueblo ¡Ni un solo hospital privado ha sido intervenido en su gestión, ni una sola farmacéutica ha sido nacionalizada! Sabemos qué fármacos se usan en China para combatir la pandemia, pero en España, más allá del paracetamol y beber agua, no sabemos nada! El Gobierno es incapaz de intervenir con la decisión necesaria ante un sistema sanitario desmantelado por los sucesivos recortes en la sanidad pública, pero ¿por qué no se interviene la Clínica de Navarra, la Clínica Ruber, las Clínicas Quirón? ¿Acaso el Gobierno considera intocable el negocio privado de la sanidad, donde solo se atiende a los que se lo pueden pagar?
Para concluir.
El PCPE exige – frente al plan militar-policial que hoy se está aplicando -, la activación de todas las medidas necesarias para establecer un verdadero PLAN DE EMERGENCIA SANITARIA que aísle la extensión del coronavirus, incluyendo la inmediata paralización de todo el tejido productivo y de distribución que no sea estrictamente necesario para mantener la vida de las personas.
El PCPE exige, la activación, mucho más allá de los 300 millones previstos, de un plan de emergencia social que movilice los recursos económicos necesarios para atender a todas las personas que, social o clínicamente, lo requieran. Así como la creación de fáciles mecanismos accesibles para tramitarlas.
El PCPE exige, la nacionalización inmediata de todos los hospitales y clínicas privadas y de las empresas farmacéuticas y de suministro de consumibles clínicos, así como la inmediata puesta a disposición pública de toda la industria que, técnicamente, pueda dedicar sus recursos a la fabricación de los requeridos materiales sanitarios.
El PCPE exige, que se habiliten los fondos necesarios para adquirir, de la forma más urgente, los medicamentos que se están demostrando más eficaces en la cura de esta enfermedad, la mayoría de ellos procedentes de China y Cuba.
El futuro es la sociedad socialista.
Todos estos hechos ponen manifiesto la superioridad de una sociedad con la economía planificada como la China que, finalmente y tras una batalla ejemplar en la que las personas fueron el centro de toda su gestión, no solo ha sido capaz de vencer la pandemia, sino que está en condiciones de ofrecer, junto a Cuba y sus brigadas médicas, su solidaridad internacionalista al mundo.
HOY VENCER AL COVID-19!
MAÑANA DERROTAR AL CAPITALISMO!