Desde el Comité Ejecutivo del PCPE trasladamos un saludo fraternal y revolucionario, así como toda nuestra solidaridad a la lucha del pueblo trabajador de Francia, que desde hace meses se moviliza justamente frente a la contrarreforma de las pensiones impuesta por el gobierno de Macron, en cumplimiento con las exigencias de la Unión Europea a favor del capital financiero.
El retraso de 62 a 64 años de la edad de jubilación y la ampliación del periodo de cotización de 41 a 43 años para percibir una pensión de jubilación, no solo supone una agresión gravísima a los derechos del pueblo trabajador, sino que supone cruzar una peligrosa línea que la clase obrera francesa no está dispuesta a aceptar, y que como continuación histórica de su tradición de lucha y conciencia, viene desplegando un auge de la movilización, no solo por su número y extensión, sino por la elevación de las formas empleadas, legítima actividad de la clase que todo lo produce y que ahora se le arrebata con violencia y desprecio.
Cientos de movilizaciones, piquetes, cortes de carreteras y manifestaciones unitarias, han dado paso a una oleada de huelgas en varios sectores de producción estratégicos que han puesto en jaque a un gobierno muy debilitado, y ha despertado las simpatías y admiración de la clase trabajadora del resto de Europa. Manifestaciones que ahora se elevan incluso contra la participación y pertenencia de Francia en la OTAN, denunciando el alto coste que supone al pueblo francés estar dentro de esta estructura imperialista y militar.
La fuerte unidad sindical contra la reforma, permite que todas las organizaciones obreras francesas desplieguen una lucha a la ofensiva y sin fisuras, que hace tambalearse con fuerza al gobierno de Macron, más cuestionado que nunca. Ningún paso atrás en este sentido y que, en cualquier caso, sea finalmente la democracia obrera representada en las asambleas, el marco de decisión que determine el camino y la orientación de la lucha.
Por imposición de la Unión Europea y los monopolios que pretenden hacer negocio con las pensiones, el gobierno de Macron impone esta contrarreforma de pensiones, de forma unilateral, sin pasar por el parlamento francés -debido a la falta de apoyos- mostrando cómo la dictadura del capital toma, sin ningún límite democrático, las decisiones que sean necesarias para aplicar su programa de medidas para intensificar la explotación sobre la clase obrera.
Programa de medidas que se aplica igualmente por la socialdemocracia española, demostrando que bajo el yugo de la Unión Europea no cabe una vía favorable para la mayoría social. Socialdemocracia que, en sus distintas opciones políticas, cuenta con el apoyo de las direcciones de las dos grandes estructuras sindicales, negando la lucha de clases bajo el mantra del mal menor y la “paz social”, que no es más que“Paz para la burguesía y fuego a discreción contra el pueblo trabajador”. Realidad que se traduce en una creciente desmovilización que sigue sin tener una respuesta como se merece, a pesar del programa de privatizaciones y retrocesos sociales que padecemos.
En medio de la dificultad para llegar a final de mes por la imparable carestía de la vida, se siguen aceptando en España revisiones salariales por debajo del IPC y, sin un calendario de luchas obreras definido, solo se nos propone, salvo algunas excepciones del sindicalismo de clase, aceptar la derrota mediante la imposición del diálogo social.
Por el contrario, el ejemplo a seguir es la movilización como la que mantiene el movimiento de pensionistas y personas jubiladas y la referencia es la necesaria convocatoria de una Huelga General que exija la recuperación del poder adquisitivo y la derogación de todas las contrarreformas laborales que, incluida la última de Yolanda Díaz, conforman un marco normativo absolutamente lesivo para la clase trabajadora.
El PCPE hace un llamamiento a la clase trabajadora del estado español a solidarizarse con nuestras hermanas y hermanos franceses, no solo con muestras de solidaridad, sino organizándonos en estructuras obreras para preparar la convocatoria de una necesaria y urgente huelga general por nuestros derechos.
En solidaridad con la clase trabajadora francesa. Por la defensa de los sistemas públicos y contra los intentos de los monopolios de meter la mano en su gestión para privatizarlos.
¡A la huelga general!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Socialismo o Barbarie!
¡Proletarios y proletarias de todos los países, uníos!
Comité Ejecutivo del PCPE