Por la libertad afectiva y sexual, por los derechos LGBTI

Por la libertad afectiva y sexual, por los derechos LGBTI

Este día 28 de junio se celebra el día del Orgullo LGBTI. El PCPE y su juventud participan en esta maniestación siendo consecuente con su papel como vanguardia dela clase obrera, otorgándole el carácter científico a sus anhelos para llevarlos a buen término en una nueva sociedad socialista-comunista. En este sentido, declaramos:

Las cuestiones morales que rodean a los conceptos actuales de relaciones afectivas, sexuales, y de familia, incluyendo el matrimonio, surgieron al mismo tiempo que las clases sociales como justificación de determinadas necesidades de dichas clases por utilizar la reproducción como herramienta para la perpetuación y transmisión de la propiedad privada de los medios de producción.

Así, todos los elementos represivos asociados a la libertad sexual tenían un fin clasista. Esto ha sido cierto incluso en aquellas épocas y en aquellos lugares donde la religión no tomó el papel preponderante de esta represión; épocas y lugares donde una aparente libertad sexual era, de todas formas, reprimida en la sociedad con la obligatoriedad de seguir los esquemas matrimoniales heterosexuales que eran los únicos que servían al modelo de propiedad privada de las clases dominantes.

Más tarde, y de una manera más global, la religión se encargó de perfeccionar esta represión, imponiendo no sólo supuestas obligaciones sociales si no también morales, desde la Edad Media hasta la actualidad.

En la actualidad, el ser humano, organizado por aplastante mayoría como clase obrera y, por lo tanto, desposeída de propiedad privada de medios de producción, tiene la oportunidad, por primera vez, de definir con libertad sus relaciones afectivas y sexuales, sin los corsés sociales y morales impuestos por épocas pasadas. Pero la represión social y moral que impera en la actualidad tiene, todavía, funciones concretas que nacen del concepto de familia heterosexual como unidad económica básica del capitalismo y, por lo tanto, tiene raíces que se transmiten, de forma voluntaria o involuntaria desde las clases dominantes hacia la clase obrera y los sectores populares y que son, por tanto, necesarias eliminar antes de hacer realidad esta oportunidad. La libertad sexual, como parte de las libertades del individuo en sí, sólo pueden alcanzarse a través de la libertad colectiva y esta sólo puede alcanzarse mediante la supresión de las clases sociales y la conformación de una nueva sociedad capaz de superar el capitalismo: el socialismo-comunismo.

La lucha por esta nueva sociedad no debe ser una lucha en abstracto, sino en forma de alianza, del Partido Comunista con los sectores populares oprimidos, incluyendo el colectivo LGBTI, tratando de subvertir las raíces morales que surgen del mismo y luchando por las conquistas inmediatas que son de urgente necesidad, incluyendo en este caso:

  • El acceso libre y gratuito a recursos y apoyo médico, incluyendo el apoyo psicológico y de planificación familiar, el suministro gratuito de profilácticos y las operaciones libres y gratuitas de reasignación de sexo.
  • La libertad total de conformar relaciones afectivas para todas las orientaciones sexuales, incluyendo el derecho al matrimonio y el reconocimiento sin trabas del derecho de adopción.
  • La separación total de la religión de las funciones del Estado, incluyendo su separación del ámbito institucional, de la enseñanza y de la financiación pública, así como la eliminación de su influencia en centros públicos como escuelas y centros de salud.

Esta alianza, que el PCPE denomina Frente Obrero y Popular por el Socialismo, y conformada por la clase obrera y los sectores populares, es la semilla de la nueva sociedad socialista-comunista que derrumbará todas las imposiciones que actualmente pesan sobre los anhelos de la gran mayoría de la población y les permitirá desarrollarse libremente en todos los aspectos que se deseen, incluyendo el ámbito de las relaciones afectivas y sexuales. Es por ello que el PCPE llama a la clase obrera y popular a organizarse, tanto en el Partido Comunista como en las distintas asociaciones de barrio y populares, en la lucha por la consecución de sus anhelos.

Unidos somos fuertes, organizados invencibles.

¡Por la libertad afectivo-sexual y por el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBTI!